Aunque ya llevo un tiempo de mi vida dedicando un tiempo de mis mañanas a meditar, hace un par de años era totalmente ajena a este tema. Escuchaba con curiosidad e interés a la gente dentro del mundo del yoga que lo practicaba. Y al mismo tiempo, escuchaba a gente que no tiene nada que ver y son profesionistas como doctores, mamás, maestros etc. Siempre prestaba atención , pero saboteaba la idea de comenzar a meditar pensando que ellos ya eran expertos, que no tenía tiempo o estar sin pensar un rato era totalmente imposible para mi.
Pero al final, decidí comenzar. Todo lo que necesitas llega en el momento que te decides a empezar algo. Tome un curso maravilloso de meditación con una súper experta, la cual me enseño que principios básicos para meditar son tu cuerpo y tu voluntad. Así que al pasar los días y las semanas logré encontrarle un hueco a mi día y de ser una tarea se fue convirtiendo en una necesidad, de hacerlo 10 minutos un día, después eran 40 y de hacerlo una vez hay días se que convirtieron en dos.
Cuando tu cuerpo comienza a sentir los beneficios; como reducir el estrés y la ansiedad ante situaciones complicadas, cuando comienzas a disfrutar más los días, prestas más atención y recuperas la memoria, es cuando esto se vuelve un estilo de vida, y se convierte en algo tan necesario como bañarse.
Por todo lo increíble que tiene nuestra propia mente que dar, comienza a considerar que hoy es un buen día para comenzar a meditar.
En este artículo hablamos de:
En este artículo hablamos de:
Recibe nuestra edición digital, promociones, noticias sobre eventos y más. Al suscribirte estas de acuerdo con la Política de Privacidad y Términos y condiciones