Para saber reconocer un buen vino, no se necesita ser un experto en el tema. El gusto por esta bebida y el interés, es más que suficiente para disfrutarla, ya que, además de estar llena de sabor, contiene un conjunto de sensaciones que pueden llegar a despertar todos nuestros sentidos.
A continuación te daremos algunos consejos para poder disfrutar de una cata de vino:
Una vez que estes cómodo y listo para comenzar con este viaje sensorial, toma tu copa y colócala a un ángulo de 45 grados. Comienza a servir la copa de vino tomándola por el base o tallo. Esto para evitar que se caliente, y poder observar el líquido desde arriba.
Este primer paso te permitirá evaluar el color, la intensidad y las lágrimas de un vino (son las pequeñas gotas que quedan en la superficie de la copa)
La experiencia continúa con el sentido del olfato; acercando la copa a tu nariz y sin necesidad de agitar el vino que tienes en la copa, podrás identificar una combinación de aromas naturales o frutales. Estos aromas se conocen como primarios.
Los aromas secundarios vienen después de agitar la copa un poco, y estos son los que provienen de la fermentación de la uva.
Una segunda vez, y con un poco más de fuerza, se agita la copa para poder apreciar los olfatos terciarios; que a veces suelen ser los más difíciles de apreciar .
Continuamos con la fase gustativa; el vino llega hasta nuestra boca y tomamos un pequeño sorbo, al que intentaremos darle un recorrido a través de toda nuestra lengua para poder percibir todos y cada uno de los sabores. Esta duración de sabor puede variar de acuerdo a la calidad o el tipo de vino.
¡Ahora, puedes sentarte a relajarte y leer tu revista favorita con un buen vino!
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